anterior
siguiente

Conocernos y cuidarnos para transformar el territorio. El valor de lo intangible.

19/07/19

artículo

evento / diseño cívico / innovación urbana / territorio / ciudad / innovación cívica / ciudadbarrio

Hace años que trabajamos de manera activa, intensa y participada en entender el tejido asociativo del municipio de Puerto del Rosario en la isla de Fuerteventura, sus lógicas de funcionamiento y cómo esto afecta al bienestar social y el desarrollo urbano y territorial.

Se trata de pensar y construir un modelo territorial a través de la mejora de las relaciones entre las personas y de éstas con su entorno. Un tema transversal, estructural y de vital importancia que influye en cualquiera de los aspectos de un territorio: cultura, medioambiente, comercio, turismo, urbanismo, etc.: ¿qué municipio o isla queremos ser?, ¿cómo queremos que funcione?, ¿cómo queremos relacionarnos con el territorio en el que vivimos?

Transformar mediante impulsos vs Transformar experimentando

Existen muchas acciones de transformación del territorio que se desarrollan de manera impulsiva o a través de motivaciones o intereses muy concretos en el tiempo y el espacio, pero este tipo de acciones, llevadas a cabo en muchas ocasiones sin considerar cuestiones sistémicas y del contexto cercano, generan frustraciones. Si hacemos un esfuerzo en entender el contexto, el proceso en el que estamos y los objetivos hacia los que vamos, podremos llevar a cabo acciones experimentales de manera quirúrgica, como parte de un sistema complejo en el que buscamos una intención colectiva. Cada paso o prueba es parte importante del proceso para conseguir el objetivo. Tanto si damos el paso correcto como si nos equivocamos, si somos capaces de obtener un aprendizaje del mismo y mantenemos una intención, cada prueba será un intento certero que nos ayudará a continuar.

Valores finalistas vs Valores instrumentales

Como persona o como sociedad podemos tener claro qué queremos o qué tenemos que conseguir para que nuestro barrio o entorno cercano sea un sitio mejor, y también podemos tener la predisposición para hacerlo, pero la práctica nos dice que no siempre sabemos cómo abordarlo. ¿Tenemos una consciencia real de qué valores y capacidades debemos poner en juego para conseguir estos objetivos?.

Estamos educados en la búsqueda de objetivos y valores finalistas, sin embargo, no somos conscientes de las capacidades que necesitamos adquirir y poner en práctica para ello. Se produce, así, una distancia muy grande entre nuestra proyección a futuro, que visualiza un escenario tangible, y las cosas que estamos dispuestas a comprometer en el presente, que suponen retornos menos inmediatos, que no pueden verse o tocarse de manera directa.

Existen muchos ejemplos cotidianos de esto, muchos de ellos producidos con los propósitos de año nuevo. Imaginemos a una persona que decide empezar a hacer deporte y comer de forma saludable. Su objetivo a largo plazo, esa proyección futura por la que comienza la acción, es la de esta persona consiguiendo una mejor apariencia física. Un escenario futuro tangible y visible por el que merece la pena comprometerse. Los cambios diarios, sin embargo, serán imperceptibles y será todo un reto el asumir un esfuerzo diario ante lo que aparentemente parece ser inútil. Es probable que esto pueda llevar a desistir en esos pequeños esfuerzos, y esto lleve a una frustración mayor por la cantidad de intentos fallidos. El valor finalista es la salud personal, pero los valores instrumentales como la concienciación, la fuerza de voluntad, la constancia o el compromiso no se han considerado previamente lo suficiente, por lo que no se trabajan y afrontamos el objetivo sin las herramientas o la preparación adecuada para conseguirlo. El intento se convierte en contraproducente, ya que no solo no hemos conseguido nuestros objetivos sino que nos sentimos mal por haber fracasado en nuestro intento.

Cuando los objetivos no son individuales, sino colectivos, las dificultades en este tipo de procesos aumentan exponencialmente. Ya no solo acabamos frustradas por nuestros intentos fallidos, sino que los achacamos a las incompetencias de las demás, exigiendo ritmos, motivaciones y experiencias acordes a nuestra visión de lo que debería ser. Valores instrumentales colectivos como la empatía, la escucha activa, el cuidado o la confianza no se ponen en práctica y las frustraciones son aún mayores.

Y es desde esta perspectiva y con el propósito de poner en práctica e interiorizar este tipo de valores instrumentales colectivos, hemos desarrollado una serie de acciones en el municipio, todas ellas conectadas a través de un marco común, Mestura Puerto, que se ha ido construyendo con la suma de personas, acciones y herramientas colectivas.

Mestura Puerto, ¿cómo hacer ciudad con alma de barrio?

Taller de Diseño Cívico durante el Diagnóstico Intensivo Previo (Septiembre 2017). Enlace a álbumes de Flickr de Mestura Puerto

A través del lema “hacer ciudad con alma de barrio” se pretende fomentar un desarrollo del territorio y la ciudad más sostenible y eficiente poniendo el foco en las personas.

Mediante acciones que faciliten la conexión e interacción o el acceso a la información, y dotándolas de las herramientas necesarias que les ayuden a pensar en colectivo y a potenciar su capacidad de influencia en el entorno, fomentamos una construcción autopromovida de la ciudadanía, trabajando en la transformación del territorio desde la transformación de las personas. 

Se trata pues, simplificando mucho, de crear las condiciones necesarias para que se produzca la acción colectiva de la ciudadanía.

Taller de Diseño Cívico durante el Diagnóstico Intensivo Previo (Septiembre 2017).

Se ha puesto, por tanto, especial énfasis en facilitar los aprendizajes relacionados con esos valores instrumentales –la empatía, la confianza, la experimentación urbana, etc.– buscando mejorar las relaciones entre las personas y con su entorno para conseguir los objetivos de mejorar el municipio y la vida de las personas que lo habitan. Todo esto ha sido materializado mediante iniciativas más pequeñas, acotables, abarcables y, sobre todo, más fácilmente entendibles como: (1) el Diagnóstico Intensivo Previo, (2) el Mapeo Mestura, (3) el diseño colectivo de un espacio público en el Proyecto piloto en La Gavia de Los Hormiga, (4) la Guía de activación de Espacios Públicos, (5) los encuentros de Cosechas Mestura, (6) la Guía de activación de Centros Ciudadanos o Espacios Cívicos o (7) el Festival de Innovación Cívica. Todas estas iniciativas tienen objetivos muy concretos y han sido fundamentales para el resto. Cada una es importante en sí misma pero su valor se multiplica cuando se conecta con otras iniciativas y ayuda a mejorarlas, formando parte de un puzzle, abierto e inacabado y construyendo un discurso común para conseguir los objetivos finalistas.

Vídeo resumen Proyecto Piloto Gavia de Los Hormiga (septiembre-diciembre 2017).

Festival de Innovación Cívica

De entre todas las acciones mencionadas, nos gustaría tomarnos algo más de tiempo para hablar de la última de ellas, el Festival de Innovación Cívica, que tuvo lugar los pasados días 7,8 y 9 de junio en el Centro Polivalente de “El Charco”, en Puerto del Rosario. Un encuentro promovido por el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Puerto del Rosario y coordinado desde la Oficina de Innovación Cívica S. Coop., a través de fasebase.

El encuentro se desarrolló en torno a una serie de actividades de comunicación, difusión y producción colectiva. Conocer iniciativas de todo el ámbito nacional (Gran Canaria, Tenerife, La Palma, Madrid, Valencia, Bilbao...) que pudieran aportar nuevas ideas o incluso adaptarse y replicarse en el contexto local. Además, desarrollar talleres de intercambio sobre Gobierno Abierto –con personal técnico de administraciones públicas de escala municipal, insular y regional– y Tecnología Cívica –abierto a toda la ciudadanía– para seguir dotando de herramientas a la ciudadanía local y aprovechar la experiencia de las personas invitadas al festival para trabajar conjuntamente con la ciudadanía local en cómo conseguir los objetivos marcados a partir del trabajo en el marco Mestura Puerto.

Puesta en común del Festival. Enlace al álbum de Flickr del Festival.

El Festival de Innovación Cívica ha sido la última de las acciones que hemos desarrollado en Puerto del Rosario en los últimos años y que, consideramos, aúna todos esos planteamientos que presentábamos al inicio de este texto. Supone un punto y seguido en la consecución de ese objetivo a largo plazo, de ese valor finalista que proyectamos a futuro, un territorio y un entorno que favorezca el bienestar social, más resiliente y sostenible del que cada una de las personas que lo habita pueda ser parte activa en su transformación al tiempo que construye a corto plazo un contexto para la puesta en práctica de los necesarios valores instrumentales, de la empatía, la confianza o el apoyo mutuo.

En definitiva, el Festival ha sido una reunión para cuidarnos, sentirnos cómodas y convivir con personas con distintas experiencias que quieren ser compartidas para conseguir objetivos comunes o similares y ser capaces de encontrar un ritmo compartido desde el que poder pensar y avanzar juntas.

Vídeo resumen Festival de Innovación Cívica (junio 2019).

Compártelo