Cumple Antoni Tàpies sus 85 años -13 de diciembre- exhibiendo su trabajo más reciente: pintura y ensamblajes sobre madera y tela en Madrid y obra sobre papel y cartón ondulado en París.
Un hito asombroso para este creador que, aún disfrutando en vida de una fundación de estudio y conservación de su propia obra, va a trabajar todos los días como si fuera a la oficina y sigue produciendo sin parar a una edad en la que muchos pintores alcanzan la madurez definitiva tras una dilatada carrera.
Se trata de tàpies-tàpies, tàpies de lo más tàpies, como no podía ser menos en este Tàpies que trabaja con una gramática propia que ha ido construyendo paso a paso a lo largo del tiempo. Obras medianas y grandes (de hasta 3,17 metros) páginas escritas con el léxico de su personal alfabeto -cruces, flechas, letras (aes, tes, emes), números, escrituras temblorosas del derecho y del revés, huesos, manos, piés, ojos- su característica paleta de color -blanco y negro, ocres, tierras, bermellón a veces- su repertorio técnico -collages, assemblages, grattages, grafittis, relieves- y su fidelidad -madera, cartón, papel, mármol triturado, pigmentos, óleo, tinta china- a los materiales del «arte povera».
Está aquí el Tápies más universal y menos artista oficial, el más íntimo y menos catalanista. La importancia del individuo, la libertad, el sexo, la tensión de la tragedia de la vida, los temas del Tápies más humanista aparecen con vigor en la obra que expone Soledad Lorenzo, de formato mayor y mayor profundidad. Véanse Jersei negre (2008, 116 x 81) un collage oscuro y violento, o Materia ocre amb grafismes blancs (2008, 85 x 81) un ejercicio casi experimental del Tàpies, valga la redundancia, más matérico. Se puede comprobar, también, en Negre sobre vermell (2008, 56.5 x 69) un collage absolutamente gráfico o en Difuminat I (2008, 55 x 45) donde el lenguaje-tàpies llega a su mínima expresión, ambos en la Galerie Lelong.
Poco se puede añadir sobre Tàpies, que se dió a conocer ya en 1948 junto a Cuixart, Cirlot y Brossa como miembro del grupo surrealista Dau al Set y pasó, después de un periodo de abstracción, a situarse en el frente internacional del informalismo y el arte bruto. Su obra está representada desde el MOMA y el Guggenheim hasta la Tate Gallery.
Valoración. De 75.000 a 450.000 euros en la galería Soledad Lorenzo. Un mes después de su inauguración se veían tres puntos rojos y dos verdes. Sirva de referencia que, en febrero de este mismo año Sotheby’s subastó, por 378.900 libras, All Black nº LXXI (1958, técnica mixta sobre tela, 200 x 175) y, unos meses más tarde, Tree (1973, gouache y lápiz sobre papel, 76.7 x 58.3) por 17.500 libras.
Video: Homenaje a Tàpies en su 85 cumpleaños