La «EconomÃa de la Experiencia» (*) mantiene que las empresas deben propiciar acontecimientos memorables ya que, el recuerdo de ese hecho, es el producto en si. La industria avanzada de la experiencia defiende su derecho a obtener beneficios por el valor de transformación que la experiencia produce.
En este caso, 14.7 € .
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Olafur Eliasson en su instalación ‘The weather project’ en la Tate Modern, diciembre 2003 / Photo: Jens Dige – Polfoto
En el efÃmero y caprichoso star sistem global se cotizan diversas categorÃas de famosos: actores, financieros, deportistas, polÃticos, arquitectos, músicos, prÃncipes y princesas. Y también artistas contemporáneos en plena actividad y ascenso social. Olafur Eliasson (Islandia-Dinamarca, 1967) es uno de ellos.
El Studio Olafur Eliasson, una «mega marca» dentro del sector cultural internacional, o, quizá, mejor dicho, dentro del negocio del entretenimiento, cuenta con su propio director financiero, su jefe de ventas y su equipo de marketing y comunicación, entre otros 75 empleados en plantilla.
Para la premiere de su última producción llegan invitados -avión, hotel, taxi privado, cena en el Boat House– los gestores de la primera división del arte contemporáneo. Fundaciones de prestigio, grandes museos, comisarios de ferias y bienales internacionales, patrocinadores -la cervecera Carlsber, el fondo de inversión «filantrópico» Realdania, el coloso textil Kvadrat-, todos, están aquà para celebrarlo y actualizar sus relaciones.
La terraza Calder del Louisiana Museum for Moderne Kunst. En primer plano ‘Slender Ribs’, 1963 / Photo © JoseDavid
Llegar al museo Lousiana supone desplazarse a Humlebæk, a 40 minutos al norte de Copenhague en el estrecho de Oresund, un tranquilo pueblo de viviendas individuales (nada de adosados uniformes) y pequeños embarcaderos particulares frente a la costa sueca.
En el jardÃn posterior de la villa original, un edificio «discretamente modernista» que no ha sufrido la fiebre de los arquitectos estrella, cualquiera puede tumbarse en el césped mientras contempla los árboles, el mar, un calder, un moore, el vuelo de las gaviotas. Este museo es un modelo de crecimiento horizontal, deliberadamente integrado en el paisaje.
Para mantener su actividad el estado aporta subvenciones anuales, 25.1 millones de euros en 2013 (33,78 millones recibió el Reina SofÃa ese mismo año).
Siete años después de su Lava floor en el Kunsthaus Zug (Suiza), la nueva instalación de Olafur Eliasson, Riverbed, ocupa la totalidad del ala sur del Louisiana, un espacio blanco en el que se han abierto algunos accesos entre las salas para que el público pueda pasar, de una a otra, caminando sobre una pendiente continua de grava y guijarros por la que fluye un riachuelo, una corriente de agua mas bien turbia.
Se trata de «un pedazo de la naturaleza islandesa» trasladada al museo.
Asà que, a riesgo de torceduras de tobillo -el museo recomienda a las señoras evitar los zapatos de tacón- los visitantes caminan con paso incierto sobre un falso pedazo de naturaleza islandesa trasplantado al espacio más artificial del museo que, precisamente, se ofrece abierto a la imponente realidad de la naturaleza danesa. Esa es la cosa.
Lo explica Olafur:
«Lo que me interesa de mi trabajo en el Louisiana no es la experiencia frente a un objeto o una obra de arte. Lo que me interesa es cómo conectas este paisaje con el resto del mundo y, en última instancia, cómo te percibes a ti mismo dentro de el (…) Me pregunto si el foco que ponemos sobre la atmósfera puede ofrecernos una relación con algo que es muy abstracto y lejano«.
Pero no cuela.
Voces crÃticas
Los periódicos daneses recogen en primera página, con grandes titulares y fotografÃas el acontecimiento. Olafur Eliasson es noticia, la noticia del dÃa.
Los informativos de la televisión le dedican un espacio destacado pero, como si formara parte del plan, la noticia llega rodeada de polémica.
Mientras el director del museo, Poul Erik Tøjner, defiende el carácter crÃtico de la institución, frente a la gestión del centro como lo harÃa una compañÃa en el extremo superior de la «economÃa de la experiencia«, sus detractores aseguran que ocurre exactamente lo segundo.
El Louisiana «se olvida del arte danés«, asegura Sanne Kofod Olsen, rectora de la Academia de Arte de Copenhagen, que se pregunta: «¿Para qué queremos un museo que se parece a otros cinco repartidos por el mundo? Me parece poco interesante crear otro supermercado del arte idéntico a los demás, especialmente cuando el museo elude su responsabilidad con respecto a su propia herencia cultural«.
«Louisiana deberÃa hacer un descanso antes de continuar con más experimentos«, asegura Jacob Fabricius, director del Kunsthal Charlottenborg, «y seguir con su tradición clásica, estética, un poco conservadora, con el foco puesto en la pintura y la escultura y no tanto en los nuevos medios y la experimentación«.
Para Mikkel Bogh, director de la GalerÃa Nacional de Arte, aquà falta algo. «Para dictar lo que es el arte contemporáneo no basta con sacar a la luz lo que ya está a plena luz. Afortunadamente tenemos otras instituciones que se atreven con propuestas más arriesgadas que nunca han sido expuestas en público. Olafur es un artista excelente, pero no es vanguardia. El Louisiana ofrece una imagen limitada de lo que es el arte contemporáneo».
Poco se puede añadir a lo que queda dicho.
Para completar el solo de Olafur se rescatan en dos secciones más, Model Room (2003), en colaboración con Einar Thorsteinn, una acumulación de objetos que más parece la exposición de fin de curso de los alumnos de geometrÃa, materiales y maquetas, y otra dedicada a los vÃdeos  Innen Stadt Aussen (2010), Movement microscope (2011) y Your embodied garden (2013).
Nolde, Giacometti, Asger Jorn…
Por suerte para el visitante el museo propone, simultáneamente, una completÃsima retrospectiva de la obra de Emil Nolde que presenta, ordenada, desde sus primeras obras (1895-96), pasando por el expresionismo berlinés anterior a la toma del poder por los nazis, que apoyó, pero para su consternación, sufrió la inhabilitación profesional y dejó de exponer y vender su obra, aunque siguió con sus pinturas de gran formato, de las que aquà se exponen algunas junto a sus ‘imágenes sin pintar’, hasta llegar a las últimas obras del final de su vida, una vez recuperado el reconocimiento y la fama.Â
Como tampoco se puede pasar por alto la importante colección del museo, los conjuntos de la Giacometti Gallery y la Asger Jorn Gallery, en exposición permanente, o la espléndida colección de escultura del jardÃn.
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en curso > Olafur Eliasson: Turner colour experiments . Tate Britain …25Ene’15
09 Sep 2014 > Olafur Eliasson: Turner Colour Experiments, Tate Britain, review: ‘an imaginative exercise’ guardian
28 Aug 2014 > Riverbed by Olafur Eliasson, Louisiana Museum of Modern Art  telegraph
20 Aug 2014 · video > Olafur Eliasson – Riverbed dw
20 Aug 2014 · video > Riverbed», Olafur Eliasson (2014), Louisiana Museum sydsvenskan-ytb
20 Aug 2014 > Olafur Eliasson Creates a Riverbed in a Museum hyperallergic
19 Aug 2014 > Olafur Eliasson fills modern art museum with «giant landscape» of rocks dezeen
2008 > The New York City Waterfalls . The Brooklyn Bridge (Public Art Fund with the City of New York)
video > The New York City Waterfalls vimeo
Olafur Eliasson, ‘Lava floor’, 2007 (Kunsthaus Zug, nov 2007-feb 2008). Para visitar la instalación se requerÃa calzado de trekking y no sufrir discapacidad motriz / Kunsthaus Zug
2008 > Olafur Eliasson – Lava floor . Kunsthaus Zug
2007 > Olafur Eliasson Take your time . SFMOMA
2007 > Serpentine Gallery Pavilion by Olafur Eliasson and Kjetil Thorsen serpentinegalleries
video >Â Olafur Eliasson – Serpentine Pavilion 07 ytb
2005 > Olafur Eliasson, The light setup . Malmö Konsthall
2003 > Olafur Eliasson the Weather Project . Tate Modern
video > The weather project vimeo
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> The Louisiana arquitecture louisiana
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(*) Welcome to the Experience Economy, by B. Joseph Pine II and James H. Gilmore Harvard Business Review.pdf
Etiquetas: Louisiana Museum, Olafur Eliasson, Poul Erik Tøjner, Riverbed