Aunque no llegó a la cifra obtenida por la Pequeña bailarina de Degas vendida el día anterior en Sotheby’s, En el prado (1876), una pintura de Monet que representa a su mujer Camille leyendo un libro entre flores, recibió una sola puja y se remató en Christie’s por 12.8 millones de euros -incluidas comisiones- muy por debajo de los 17.2 millones del valor estimado y de los precios alcanzados en las últimas salidas al mercado: 16.4 millones en 1988 y 17.6 millones en 1999.
Un Tolouse Lautrec, L’abandon, que se vendió en mayo de 2000 por 7.3 millones de euros, solo llegó a los 7.1 millones de euros aunque sobrepasó con mucho la estimación más baja, 5.7 millones.
Por el contrario, Les deux filles de Modigliani, con un precio estimado de 4 millones, se remató en 7.465.000 de euros. Tres pujadores hicieron subir el precio, algo que no ocurrió el día anterior con Cariatide que partía con una valoración del doble y Sotheby’s dejó sin vender.
La cuirasse d’or de 1.7 millones llegó a 3.3 millones, uno de los cuadros de un grupo de lotes de Van Dongen que sumó una venta total de 6.4 millones de euros, 1 millón menos de lo estimado a pesar de la rebaja de entre un 30 y un 40 por ciento de las estimaciones que se hicieron en julio pasado.
Tampoco aguantaron el tipo los precios garantizados. El de Les couturieres, un Vuillard de 1890, se renegoció y fue rebajado de 6.3 a 5.5 millones. Se remató finalmente, comisión incluida, en 5.8 millones de euros.
Quedaron sin vender, por ejemplo, un Monet estimado por debajo en 3.5 millones y un Renoir, valorado en 1.5 millones de euros.
El cambio de la libra favorece algo las ventas pero aún más, como se ha visto, las revisiones a la baja de los precios de salida. La sensación final entre los analistas es que el impresionismo y la pintura moderna están dejando de estar de moda entre los coleccionistas lo que empuja, aún más, a una bajada de precios que muchos esperan continúe para aprovechar las próximas oportunidades.
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